
Hace poco más de dos años que abrió sus puertas muy cerca de
la Gran Vía y ya es todo un símbolo de la noche madrileña. Ha
albergado varias fiestas representativas: durante un tiempo los
“Zombie Kids” llenaron la sala Charada de tatuajes, piercings y
revolucionaron la noche de los miércoles en la capital. Ahora
con “Flash” y “Carne” parece que no hay nada que pueda volver
a cerrar las puertas de esta discoteca en la que siempre que he
ido he podido disfrutar de buena música y de uno de los
ambientes más divertidos de la noche. Su nombre fue una ayuda
para llevar a bailar a mi amiga Susan la otra noche, jejejejjeje es
que esta chica cualquier cosa que suene a cine le mueve más
que cualquier cena en el mejor restaurante.
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